La Misa fue presidida por el obispo Gonzalo Bravo Álvarez
El Padre Pedro Vera Imbarack asumió como Administrador Parroquial de la P. Sagrada Familia de Nazaret de San Felipe en una Eucaristía que fue presidida por nuestro obispo, Gonzalo Bravo Álvarez, este viernes 21 de Junio, a las 19:00 horas.
En su homilía, padre Gonzalo agradeció el amor y tesoro providente de Dios y, haciendo alusión al Evangelio según San san Mateo 6, 19-23, lectura del día, afirmó que el mayor tesoro es la figura del Pueblo de Dios. En ese sentido, señaló que, en este día, el Señor nos invita a “acoger con amor, con ese amor providente de Dios, su mayor tesoro, que como sacerdotes, somo llamados a servir y no ser servidos, ahí está el gran tesoro que debemos de ciudad siempre. Es decir, el cuidado dedicado y amante de la Iglesia. Estoy cierto de que esa es tarea de todo bautizado, pero sin duda de una manera muy especial de los pastores”.
En ese contexto, se dirigió al nuevo Administrador Parroquial diciéndole: “Querido Padre Pedro, hoy día la Iglesia, también tu comunidad acá en San Felipe, te entrega este Tesoro. Y te la entrega en nombre de Dios, que es el dueño. Y te invita a ser un buen administrador de este regalo preciado”.
El obispo Gonzalo recalcó que esta tarea no es sólo del Padre Pedro, ni de los sacerdotes y diáconos, sino que de todos los bautizados, pues “no podemos olvidar la gran llamada que el Papa Francisco nos realiza en tiempo presente: ser una Iglesia sinodal donde cada uno, desde la vocación particular y carismas que Dios nos da, estamos llamados a trabajar por la unidad de la Iglesia. (…) Somos corresponsables del don de Dios, que es la Iglesia, que es la misión y especialmente el anuncio del Evangelio en el tiempo de hoy”.
Además, nuestro obispo, tuvo unas palabras para el Padre Juan Carlos Núñez, quien estuvo como párroco por trece años en la comunidad, y quien deja la Parroquia Sagrada Familia para asumir como vicario parroquial en Santa Rosa de Lima, y someterse además, a un tratamiento médico, encomendando a la Virgen del Carmen su salud, misión pastoral y agradeciendo “el gran don de Dios que significa un sacerdote misionero”.
Seguir la voz del Espíritu Santo
El Padre Pedro Vera expresó su agradecimiento al Señor y dijo que “son nuevos desafíos que la comunidad confía en uno, pero la comunidad siempre escucha la voz del Espíritu. Y esa es la voz que yo quiero seguir, la voz del Espíritu Santo, la voz que pretendo que guíe mis pasos, mis pensamientos y poder caminar junto con los hermanos de acá. Yo tengo una linda historia con esta comunidad, a la que ya me había tocado servir, y esa historia hoy día me hace reencontrarme con esta responsabilidad que me da la Iglesia”.
“Así que vengo acá con el deseo de renovar también mi vida. Siempre que hay un cambio dicen que los cambios son para bien, pero también son oportunidades para renovar la vida, yo quiero renovar mi vida, renovar mi vocación, mi compromiso con el Señor y sé que no lo voy a hacer solo, lo vamos a hacer juntos como Iglesia. Así que estoy muy agradecido de Dios, de los dones del Espíritu Santo y confiado en Él, junto con los hermanos y con mis hermanos de convento caminaremos en ruta hacia Dios”, aseveró.
Por su parte, un representante de la comunidad de Sagrada Familia, expresó su alegría de recibir nuevamente al Padre Pedro “con muchas expectativas, pues después de un cambio siempre uno espera novedades. Si bien se nos va un excelente Párroco como es el Padre Juan Carlos, asume el Padre Pedro que tenemos el gusto de conocerlo desde hace años”.
“Nos sentimos bendecidos de tenerlo como nuevo Administrador Parroquial y esperamos trabajar juntos en la continuación de la obra de Dios en nuestra comunidad. Estamos seguros de que su llegada marcará el comienzo de una nueva etapa en la vida de nuestra parroquia. Su experiencia, dedicación y amor por el servicio será la guía para nosotros”, enfatizó.
En tanto, el Padre Juan Carlos Núñez, en conversación con nuestro medio, agradeció al Señor por el tiempo vivido en la Parroquia Sagrada Familia e invitó a la comunidad a poner su confianza en Dios, porque “este trabajo, esta misión, este servicio no es de nosotros, no es mío, es del Señor”.
“Soy parte de la familia y eso es para mí una alegría. Estoy contento por el tiempo con ellos”, destacó.
Fuente Comunicaciones Obispado San Felipe