“Esta conversión supone diversas actitudes que se conjugan para movilizar un cuidado generoso y lleno de ternura. En primer lugar implica gratitud y gratuidad, es decir, un reconocimiento del mundo como un don recibido del amor del Padre […]También implica la amorosa conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar con los demás seres del universo una preciosa comunión universal. Para el creyente, el mundo no se contempla desde fuera sino desde dentro, reconociendo los lazos con los que el Padre nos ha unido a todos los seres” (Papa Francisco, Carta Encíclica Laudato sí)
La Delegación de Medio Ambiente es creada fruto del discernimiento diocesano, y busca contribuir en el Cuidado de la Casa Común, suscitando la reflexión y promoviendo prácticas concretas que fomenten el reciclaje y la conversión ecológica integral.