Diócesis de San Felipe

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Obispos llaman a participar en procesos eclesiales y electorales promoviendo el bien común y la paz social

Animando a la participación del Pueblo de Dios en el camino sinodal que vive la Iglesia, así como a toda la ciudadanía en el proceso eleccionario nacional, el Episcopado llama a buscar un clima de concordia y a trabajar por la paz, superando las causas de inequidad y desterrando toda clase de abusos. Expresan también dolor por los signos de xenofobia ante la actual situación migrante y piden a las autoridades mejorar los procesos de acogida y regulación.

 

Este viernes 12 de noviembre concluyó en la casa de retiros de Lo Cañas, la 124ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile. Los obispos y administradores diocesanos, dieron a conocer un mensaje final que lleva por título “La paz esté con ustedes”.

En primer lugar, se señala acoger con entusiasmo la invitación del Papa Francisco para participar en el Sínodo de los obispos sobre la sinodalidad, agregando que “necesitamos seguir profundizando nuestra condición de Pueblo de Dios, que, ungido por el Espíritu, está llamado a hacerse responsable de la misión evangelizadora”. Se recuerda que la Iglesia en Chile lleva un tiempo de discernimiento, preparando la III Asamblea Eclesial Nacional, a la que se sumó el proceso de Asamblea Eclesial Latinoamericana y del Caribe. “Reconocemos estos caminos, como una oportunidad para ser una Iglesia cada día más sinodal, profética y esperanzadora con Jesucristo en el centro, desterrando toda clase de abusos”, procesos que contemplan una gran participación laical.

Ante el proceso eleccionario nacional, expresaron que “como pastores confiamos que participen activamente todos quienes pueden votar. Es una forma excelente para cuidar la democracia y hacer respetar el Estado de derecho, reafirmando que Chile es un país de hermanos. Es una muy buena manera de promover el bien común y la paz social”. Recuerdan, además, que para los cristianos “es necesario tener en cuenta que en las decisiones que afrontamos se juegan valores esenciales para una nación fundada en las enseñanzas del Evangelio, que estamos llamados siempre a custodiar y promover”.

“Humildemente invitamos al Pueblo de Dios y a todos los habitantes de nuestro querido Chile a que promuevan espacios de fraternidad, de diálogo sincero y de un espíritu constructivo. Es urgente superar todas aquellas actitudes, palabras y actos que generan discordia, tensiones inútiles y odiosidad entre nosotros” solicitan los obispos, junto con señalar que es mayor es la responsabilidad de buscar un clima de concordia entre quienes ejercen alguna función pública, pensar en el país que se le dejará a las futuras. “Es urgente un compromiso decidido y claro en contra de la violencia como forma de acción política”, destacan.

A los católicos y personas de buena voluntad se les convoca a trabajar por la paz y por superar todas las causas de inequidad: “la paz es fruto de la justicia” expresan, recordando al profeta Isaías. “Los motivos de la violencia muchas veces suelen estar vinculados a la marginación social, a la falta de perspectivas frente al futuro, a una profunda inequidad en la distribución de los bienes que están destinados a todos y a demandas históricas no adecuadamente asumidas”.

En la declaración manifiestan una gran preocupación por la situación que están viviendo los migrantes que llegan a las fronteras: “urge a que asumamos como sociedad una respuesta que respete su dignidad. La crisis migratoria nos interpela profundamente, así como las causas que la provocan y en cómo hacemos memoria de la acogida que Chile siempre ha dado al forastero” interpela el Episcopado, añadiendo que “hemos visto, con dolor, en una parte de la población signos de xenofobia y de injustas discriminaciones” y llamando a las autoridades a que “con diligencia colaboren para proporcionar ayuda a estas personas, mejorando y agilizando los procesos de regularización de quienes se encuentran en el país”.

Al concluir el mensaje, los obispos exhortan a todos los miembros de la Iglesia a que “seamos prontos y solícitos en buscar la voluntad de Dios en nuestras vidas en un ambiente de oración, fuente de gracia en todos nosotros”, solicitando a la Virgen María en este especial tiempo dedicado a ella, a que nos acompañe y proteja.

– Leer la declaración completa

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 12-11-2021

https://youtu.be/gbmnm7-H3V8

Declaración de la Conferencia de Religiosas y Religiosas ante las próximas Elecciones Presidenciales

Este 11 de noviembre la CONFERRE ha dado a conocer una declaración ante las elecciones que se realizarán en el país el próximo día 21 de este mes.

 

Estamos viviendo un tiempo de crisis, que nos provoca una gran incertidumbre, en diversos ámbitos: falta de seguridad, violencia e inestabilidad de la vida social. Toda transformación y cambio de la realidad lleva en sí, la sensación de no tener el control de los sucesos que ocurren. Por ello es necesario y urgente permanecer en lo que es esencial, nuestra identidad de seres humanos creados para amar y convivir con Dios, con nosotros mismos, entre nosotros y con la Creación.

Creemos que también se hace necesario mostrar nuestra preocupación ante las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias de nuestro país. Queremos manifestar nuestro llamado a los candidatos a estar a la altura de la situación, que requiere líderes que tengan el bien común como fundamento de su servicio a todas las personas sin distinción y el cuidado de la Casa Común. Con disponibilidad para el encuentro y el diálogo, para establecer puentes que permitan el consenso por la paz y la convivencia fraterna, entre todos los que habitamos esta tierra, reconociendo nuestra diversidad cultural. Con brazos abiertos y sin fronteras para acoger, proteger, promover e integrar a los inmigrantes; alcanzar la justicia por medio de la equidad para una vida digna, que permita vivir en paz relaciones recíprocas. Que todos tengamos acceso a una calidad de vida que cuide de la libertad y el respeto mutuo de todos los habitantes y cuide de la naturaleza reconociendo su valor, procurando una relación sustentable en lo económico, por medio de una legislación que cuide y proteja ante la explotación y exterminación de toda forma de vida y cultura.

Puesta nuestra esperanza en el Dios de la Vida, queremos renovar nuestra convicción que el Evangelio, trae la Buena Nueva de una forma de vida que nos liberará de la esclavitud de falsas idolatrías que construyen muros y crean divisiones, trayendo luz a nuestra mente y corazón para ver, valorar y cuidar de todos y todas, ya que somos todos hermanos.

CONFERENCIA DE RELIGIOSAS Y RELIGIOSOS de CHILE – CONFERRE

Fuente: Comunicaciones CONFERRE

Santiago, 11-11-2021

124ª Asamblea Plenaria Obispos: En camino hacia una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora

Entre el 8 al 12 de noviembre se desarrolla en Santiago la 124ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile. En esta oportunidad los obispos reflexionarán sobre la realidad nacional en el contexto eleccionario, el caminar sinodal de la Iglesia, la prevención y reparación de abusos, junto con otros temas pastorales.

 

Debido a la situación sanitaria ante al COVID-19 la actividad se realiza con un quórum limitado de asistentes, para respetar los aforos, y con algunas sesiones con modalidad híbrida online para poder contar la participación de invitados.

A la sesión inaugural asistió el Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Alberto Ortega Martín. En la primera jornada los obispos pudieron dialogar sobre la realidad socio política nacional, junto con los abogados Marisol Peña y Jorge Navarrete.

El tema principal del segundo día de encuentro fue respecto del Sínodo de los obispos acerca de la Sinodalidad -convocado por el Papa Francisco- y su conexión con el camino que se impulsa en el país desde 2018. En la oportunidad, a través de video conferencia se pudo compartir con el teólogo laico Rafael Luciani, miembro de la Comisión Teológica del Sínodo, quien invitó a asumir el desafío de “caminar juntos” del Pueblo de Dios como modo de ser Iglesia para el presente y el futuro, en diálogo con la sociedad. En otra de las sesiones el magíster en Sociología, Jorge Blake, presentó el Informe de sistematización del proceso nacional de discernimiento.

En tanto, durante este miércoles se abordaron temáticas respecto de la vida de los presbíteros, destacando la participación remota desde Roma del Secretario de la Congregación para el Clero, Mons. Andrés Ferrada. También se revisó la compleja situación migratoria que vive el país, donde instancias de Iglesia están prestando un valioso apoyo de asistencia y cuidado de la dignidad de los migrantes y las comunidades que les reciben, momento a cargo de representantes del Instituto Católico Chileno de Migración, INCAMI.

Para las siguientes jornadas se tiene contemplado abordar la prevención y reparación de abusos junto con el Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a las Víctimas, así como asuntos vinculados a la catequesis, entre otros temas pastorales.

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 10-11-2021

Conferencia Episcopal publica orientaciones para procesos de reparación de abusos

La Conferencia Episcopal de Chile ha publicado un documento dirigido a las autoridades de la Iglesia con el objetivo de proponer herramientas que permitan transitar hacia procesos de reparación de quienes han sufrido abusos. El documento es el resultado de un proceso de escucha y discernimiento sinodal, que fue aprobado en la última Asamblea Plenaria de obispos.

 

La publicación de estas orientaciones viene a concretar uno de los desafíos asumidos por los obispos tras la Asamblea Plenaria Extraordinaria de agosto de 2018, en la que el Episcopado chileno -después de la Carta del papa Francisco al Pueblo de Dios que peregrina en Chile y el encuentro con el pontífice en Roma- acordó una serie de compromisos públicos entre ellos el que señalaba: “Considerando que el reconocimiento, la verdad y la justicia son siempre los primeros pasos hacia la reparación, nos comprometemos con la ayuda del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, a buscar criterios comunes en los procesos de reparación hacia las víctimas de abuso”.

Principales aspectos del documento
En el texto se asume, entre los desafíos de la reparación, la necesidad de establecer procedimientos para prevenir y combatir los crímenes de abuso sexual y todo aquello que pueda traicionar la confianza de las personas. En ese sentido se reconoce como parte del proceso reparatorio ya en curso, la consolidación en las diócesis y en institutos de vida consagrada, de oficinas destinadas a la recepción de denuncias y organismos que promuevan la formación de ambientes sanos y seguros.

El documento, junto con reconocer la crisis de los abusos y los desafíos de la reparación como una exigencia ética y pastoral, presenta los fundamentos de un camino de reparación, exponiendo un conjunto de principios orientadores necesarios para guiar este desafío. Asimismo, propone un conjunto de medidas destinadas a que las víctimas o sobrevivientes puedan transitar por experiencias de curación, desagravio, justicia, caridad y misericordia en el contexto eclesial. Tales experiencias, pueden incluir acciones de reparación relacional, psicológica, espiritual, económica, moral, jurídica y simbólica, entre otras.

Se sugiere como criterio fundamental a tener presente, el abordar el proceso de reparación en diálogo con las víctimas y sobrevivientes, caso a caso. Para ello, las medidas de reparación propuestas se organizan en cuatro grupos: en relación con la persona herida; en relación con la familia directa; en relación con la comunidad eclesial; y en relación con la cultura institucional. Para efectos del itinerario propuesto, las medidas se aplican a aquellas víctimas o sobrevivientes de abuso sexual clerical que han sido afectadas en su salud física o mental u otra situación que afecte sus derechos fundamentales.

Entre las medidas, destaca la conformación de tres mesas asesoras que serán parte próximamente del Consejo Nacional de Prevención y que estarán al servicio de las diócesis o comunidades religiosas que acompañen a sobrevivientes en procesos de reparación. Estas mesas son: una mesa de víctimas/sobrevivientes; una mesa de gestión de casos y una mesa asesora de medidas de reparación.

Que las personas heridas obtengan reparación
La presentación de las orientaciones es realizada por el cardenal Celestino Aós Braco, presidente de la CECh, quien citando partes del documento expresa: “la fuerza de estas medidas radica en el compromiso de buscar caminos y de actuar como ´una Iglesia´ para que todas las personas heridas por abuso sexual en el contexto eclesial obtengan reparación, sin excepción”. “Sabemos que la tarea incumbe a todo el pueblo santo de Dios y que debe haber terceros activos en todos los ámbitos eclesiales. Sabemos que no basta una propuesta desde lo jurídico, ni lo pastoral; una propuesta pastoral debe dialogar con otras disciplinas. Y debe estar apoyada en la esperanza, en el poder del amor y la gracia: el proceso de recuperación del abuso sexual puede ser lento y dificultoso debido a lo que significa en sí mismo; mucho más cuando quien abusa está ligado a la representación de Dios o actúa en su nombre”, agrega el arzobispo, quien reconoce que este documento “es un paso más en nuestro caminar”, siendo una propuesta “perfectible que se deberá ir enriqueciendo con el trabajo, práctica y testimonio de muchas personas, en especial en el diálogo y la escucha de los que han sufrido el abuso clerical”.

Un nuevo paso en la promoción de ambientes sanos y seguros
De este modo se da un nuevo paso en el compromiso por la promoción de ambientes sanos y seguros al interior de la Iglesia católica en Chile, dentro del que se inscribe también el documento “Integridad en el Servicio Eclesial – ISE” publicado el año 2020, que contiene diversas orientaciones que han de observar los obispos, sacerdotes, diáconos, el personal consagrado, laicos y laicas, y todos quienes ejercen un servicio pastoral en Chile, voluntario o remunerado, recibido por encargo del respectivo responsable de la comunidad.

Tanto el “ISE” como estas nuevas orientaciones “Hacia caminos de reparación”, se reconocen también como parte del proceso de renovación eclesial que, a través de espacios de discernimiento y participación, ha ido generando propuestas para avanzar en la senda de llegar a ser una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora. Para la creación del presente documento se conformó una comisión Ad Hoc que contó con el apoyo de profesionales y expertos de las diversas temáticas involucradas y sumó la participación de 165 personas en diversas fases consultivas del proceso.

Otros textos referenciales en el establecimiento de políticas de cuidado y buen trato, iniciado por la Iglesia hace varios años, son el documento “Buenas Prácticas” para ambientes sanos y seguros en la Iglesia (2018) y las Líneas Guía “Cuidado y Esperanza” (2015).

– Leer el documento “Hacia caminos de reparación: orientaciones para autoridades eclesiásticas” en www.iglesia.cl/caminosdereparacion

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 27-10-2021

Obispos llaman a vivir el proceso eleccionario en paz y concordia ciudadana

A un mes de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales; los obispos comparten su preocupación ante el actual momento político y social en Chile, expresando que la Iglesia siempre ha estado estrechamente unida al devenir de la patria, con su palabra y su acción en favor de la paz, ofreciendo una reflexión que contribuya a encontrar caminos de entendimiento y concordia.

 

En mensaje dado a conocer este jueves 21 de octubre el Comité Permanente del Episcopado chileno comienza expresando: “Nos preocupa el actual clima de beligerancia y polarización en la vida política, especialmente en la campaña presidencial. Lo que debiera ser una oportunidad para confrontar ideas, proyectos y programas sobre el presente y el futuro de la patria, en un ejercicio que infunda esperanza, sentido de pertenencia y compromiso con el bien común; se convierte frecuentemente en un escenario de descalificaciones y disputas estériles, generando distancia, incertidumbre y desazón en muchos chilenos”. Si bien se reconoce que es propio de la política la discrepancia, ven un escenario radicalizado que puede causar fracturas difíciles de sanar, recordando como ha señalado el Papa Francisco que en el “juego mezquino de las descalificaciones, el debate es manipulado hacia el estado permanente de cuestionamiento y confrontación”.

“Crecen entre nosotros manifestaciones de violencia. La polarización y la agresión se expresan en muchos niveles de nuestra convivencia, incluso en el trato cotidiano con los demás. Han aumentado últimamente los asesinatos y otras acciones criminales. El narcotráfico y la delincuencia ocupan amplios sectores y espacios de nuestras ciudades. La legítima protesta política se vuelve a menudo, por acción de algunos grupos, destructiva”, lamentan los obispos. Invitando a “revisar seriamente nuestra manera de convivir”, agregan que “necesitamos detener la violencia y aprender a dialogar como hermanos, habitantes todos de un mismo país y casa común y, por lo tanto, depositarios de un destino que a todos pertenece por igual”.

Sobre el escenario económico los pastores señalan que en sus consecuencias negativas siempre afectan en mayor proporción a los más pobres y a las familias vulnerables, añadiendo que la pandemia ha generando problemáticas que se extenderán por largo tiempo. “Es contradictorio que, mientras buscamos y anhelamos mayores niveles de bienestar y justicia, no construyamos desde la acción política escenarios más estables que permitan enfrentar de verdad los desafíos sociales y económicos que tenemos. Necesitamos apostar una y otra vez por el bien del país, más allá de cálculos electorales”, piden los obispos.

“Llamamos a todos a actuar con responsabilidad. Para quienquiera que llegue a gobernar el país en el próximo período, la tarea será difícil y compleja, por el contexto económico y político que vivimos, sin olvidar la presencia aún entre nosotros de la crisis sanitaria. Ahora mismo debemos cuidar las palabras que se dicen y las iniciativas que se emprenden, para no generar esa polarización que vuelve más opaco nuestro presente”, exclaman los representantes de los obispos católicos en Chile, añadiendo que ante las elecciones y proceso constitucional en curso “debiéramos estar viviendo un tiempo positivo, de propuestas y esperanzas”, agregando que “Estamos a tiempo para rectificar”.

Al concluir, el Episcopado invita a los creyentes a “orar por nuestra patria, por sus gobernantes y dirigentes, por sus instituciones y procesos políticos y sociales en curso, por cada uno de sus habitantes”, encomendando este tiempo a la Virgen del Carmen y haciendo propias palabras del papa Francisco de su Encíclica Fratelli Tutti: “Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz. Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno, sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras” y a “reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno, para estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes, de esperanzas compartidas”.

Firman esta declaración, el arzobispo de Concepción y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Fernando Chomali Garib; el obispo de Copiapó, Ricardo Morales Galindo; el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González Errázuriz; el obispo de Rancagua, Guillermo Vera Soto; además del obispo de Chillán y secretario general de la CECh, Sergio Pérez de Arce Arriagada.

– Leer el texto completo del mensaje (pdf)

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 21-10-2021

Informe de sistematización del Proceso de Discernimiento 2019

Como primer instrumento de trabajo para el proceso sinodal en su fase diocesana, que comienza este 17 de octubre, la Conferencia Episcopal de Chile da a conocer el “Informe de Resultados” que recoge y sistematiza los aportes de la etapa de escucha y diálogo del Proceso Nacional de Discernimiento desarrollado durante el año 2019.

 

Dicho proceso involucró a comunidades y grupos de las distintas diócesis del país, quienes en “encuentros de discernimiento comunitario”, abordaron tres temáticas relevantes para comprender y buscar caminos de superación de la crisis de la Iglesia: las relaciones interpersonales, las estructuras y la gestión, y los signos de los tiempos.

Si bien el proceso se vio afectado e interpelado, primero por el estallido social y luego por la pandemia, ya a fines de 2019 cerca de 700 comunidades –alrededor de seis mil personas– entregaron sus aportes, pero faltaba su lectura y sistematización, que es lo que ahora se ofrece.

La realidad que revela este Informe no incluye solo buenas noticias, pues da cuenta de problemas, malas prácticas, fragilidades y otros déficits que hay en la Iglesia, muchos de los cuales han constituido el marco que ha posibilitado la ocurrencia de abusos. Pero, el Informe también señala anhelos y avanza en propuestas que ayuden a enfrentar las falencias, lo que muestra que este proceso de discernimiento ha permitido ir desarrollando aquello que pidió el papa Francisco en su Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile: “Mirar el presente sin evasiones, pero con valentía, con coraje, pero sabiamente, con tenacidad, pero sin violencia, con pasión, pero sin fanatismo, con constancia, pero sin ansiedad, y así cambiar todo aquello que hoy ponga en riesgo la integridad y la dignidad de cada persona”.

Esta sistematización es muy relevante para la continuidad del proceso de discernimiento y para la nueva etapa sinodal diocesana que comienza. Por eso se sugiere dar espacios a su lectura y reflexión orante en las diversas comunidades del país para reconocer que, en este “caminar juntos” al que ha convocado el papa Francisco a toda la Iglesia, no partimos de cero, pues es parte de un mismo camino sinodal impulsado por el Espíritu Santo que mueve a la conversión y la renovación eclesial. Para este fin el documento propone una guía para la lectura, profundización y proyección del informe.

Invitamos a leer y descargar este documento (que en su edición contó con la colaboración del equipo editorial de La Revista Católica), en: www.discernimiento.cl/sistematizacion2019.pdf

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 14-10-2021

Declaración de los obispos ante el Proyecto de Ley que despenaliza el aborto

Tras la aprobación, en la Cámara de Diputados y Diputadas, de la idea de legislar el proyecto de ley que despenaliza el aborto hasta las 14 semanas de gestación, los Obispos de la Iglesia Católica, lamentan “profundamente esta decisión y reafirmamos, ante la opinión pública, valores esenciales que en este tema están en juego”.

 

En declaración fechada este 29 de septiembre, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile expresa que: “El valor de la vida y la dignidad de la persona humana son un fundamento esencial e irrenunciable de la vida en la sociedad”, agregando que como recuerda el Papa Francisco, “la defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano”. Añaden los obispos que “el primero de los derechos humanos es el derecho a la vida, que ha de ser respetada desde la concepción hasta la muerte natural. Por eso, no matar deliberada y directamente al inocente es un absoluto moral cuyo reconocimiento y protección resulta indispensable para la vida en comunidad”.

“La ciencia biológica confirma que desde el momento de la fecundación se inicia una nueva vida humana, distinta a la del padre y a la de la madre, que en un proceso continuo, gradual y autónomo, se irá desarrollando en el tiempo. Cobijado y dependiente de la madre, no es sin embargo parte del cuerpo de ella, sino otro ser, por lo que su individualidad debe ser respetada”, recuerdan los obispos citando la declaración “El derecho humano a la vida, una vida digna para todos” de 2015. Enfatizan que el respeto incondicional a la vida humana debe guiar cualquier consideración ética, legislativa, humana y sanitaria ante la realidad de un embarazo no deseado: “Está claro que hay situaciones humanas complejas, y a veces dramáticas, que pueden surgir de un embarazo. Pero nada de ello se soluciona con la eliminación deliberada de un ser humano indefenso e inocente”, agregando que una sociedad se mide en su capacidad de hacerse cargo de los más débiles, desde la dignidad que les es propia, y no intentado “solucionar los problemas por medio de la violencia”.

Si bien las legislaciones pro aborto parten, a menudo, planteándose como una excepción, los pastores expresan que la experiencia dice que se termina afirmando un “derecho al aborto” y la primacía de “los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, ignorándose del todo la existencia y los derechos de otro ser humano. Se crea una mentalidad contraria a la vida de la persona engendrada, como si el niño fuera una cosa o un enemigo, y no un ser humano, maravilloso don de Dios”. Ante esto los obispos afirman que, como lo declararon días atrás -citando al Papa Francisco- a propósito de los inmigrantes en Iquique, “si la dignidad de la persona humana no queda a salvo y, por el contrario, consideramos a algunos menos valiosos o descartables, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad”.

Finalmente, se recuerda a los católicos “llamados a actuar en la vida pública” desde las convicciones de fe y los argumentos de la razón, que “la inmoralidad del aborto se encuentra entre las enseñanzas constantes de la Iglesia”, citando al Papa Juan Pablo II quien en la Encíclica Evangelium vitae declaró “que el aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es siempre un desorden moral grave, en cuanto eliminación deliberada de un ser humano inocente. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita”. Los obispos concluyen su mensaje orando para que el Señor “ilumine la conciencia y los corazones de quienes deben tomar decisiones en favor del bien común, para que defiendan siempre a los más vulnerables”, encomendando a la Virgen María todo cuidado y promoción de la vida humana.

– Leer la declaración completa

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 29-09-2021

Nuevos aforos para ceremonias religiosas tras finalizar Estado de Catástrofe

Este 27 de septiembre se anunciaron cambios en el plan Paso a Paso, debido a que a fin del presente mes concluye el Estado de Catástrofe ante la pandemia de Covid-19. A continuación, se detallan las modificaciones respecto de las capacidades de asistentes a ceremonias religiosas según informó la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos.

 

Debido a que no se renovará el Estado de Catástrofe, el Gobierno anunció nuevas adecuaciones para compatibilizar las medidas de restricción que dejarán de estar vigentes, con las que se mantendrán; debido a que Chile mantendrá un Estado de Alerta Sanitaria, ya que la pandemia de Coronavirus sigue presente y se estima necesario mantener diversas acciones que puedan mitigar los contagios. Estas medidas estarán vigentes desde el 1 de octubre de 2021.

Desde entonces se eliminan las cuarentenas y se agrega un nuevo paso al Plan Paso a Paso: Restricción, Transición, Preparación, Apertura Inicial y Apertura Avanzada. Además, ya no habrá restricción de movilidad. Por otra parte, el paso 2 (Transición) ya no contará con restricciones especiales el fin de semana y los días festivos. Las restricciones son principalmente a las actividades (aforos y operación). Los nuevos cambios apuntan a reducir las aglomeraciones, sobre todo en espacios cerrados, y de acuerdo al tamaño (m2) u otras características del lugar. Se incorporará una modificación a las actividades con público que no interactúa y que tiene infraestructura fija (butacas, sillas o bancas), es decir, un aforo máximo definido con antelación.

En lo que respecta a cultos religiosos las modificaciones son:

Fase 1 Restricción: 
Lugar abierto: 20% del aforo total definido. Con un máximo de 50 personas. Con pase de movilidad habilitado.
Lugar cerrado: 10% del aforo y un máximo de 25 personas. Con pase de movilidad habilitado.
Prohibido el consumo de alimentos.
Si hay un asistente sin pase de movilidad en espacios cerrados es un máximo de 10 personas. En espacios abiertos el aforo máximo se reduce a la mitad, es decir, 10% del aforo y un máximo de 25 personas
*La Eucaristía, Comunión o Santa Cena NO se considera consumo de alimentos.

Fase 2 Transición: 
Lugar abierto: 30% del aforo total definido. Con un máximo de 100 personas. Con pase de movilidad habilitado.
Lugar cerrado: 20% del aforo total definido. Con un máximo de 50 personas. Con pase de movilidad habilitado.
Prohibido el consumo de alimentos.
Si hay un asistente sin pase de movilidad, el aforo máximo se reduce a la mitad, es decir, en espacio cerrado 10% del aforo y un máximo de 25 personas. En espacios abiertos 15% del aforo con un máximo de 50 personas.
*La Eucaristía, Comunión o Santa Cena NO se considera consumo de alimentos.

Fase 3 Preparación: 
Lugar abierto: 60% del aforo total definido. Con pase de movilidad habilitado. Si hay consumo de alimentos, se reduce a 40% de aforo.
Lugar cerrado: 50% del aforo total definido. Con pase de movilidad habilitado. Si hay consumo de alimentos, se reduce a 30% de aforo.
Si hay un asistente sin pase de movilidad, aforo máximo se reduce a la mitad, es decir, 25% del aforo total definido en lugares cerrados y 30% del aforo en lugares abiertos.
*La Eucaristía, Comunión o Santa Cena NO se considera consumo de alimentos.

Fase 4 Apertura Inicial: 
Lugar abierto: 70% del aforo total definido, con pase de movilidad habilitado.
Lugar cerrado: 60% del aforo total definido, con pase de movilidad habilitado.
Si hay un asistente sin pase de movilidad, aforo máximo se reduce a la mitad, es decir, 30% del aforo total definido en lugares cerrados y 35% del aforo en lugares abiertos.

Fase 5 Apertura Avanzada: 
Sin restricción de aforo si es que todos los asistentes tienen pase de movilidad habilitado.
Si no todos tienen el pase de movilidad, rige lo mismo que en Apertura Inicial.

Consideraciones permanentes:
El Pase de Movilidad mantendrá su vigencia e importancia para mayores libertades. El estar vacunado seguirá permitiendo la diferenciación de aforos en reuniones particulares y espacios públicos. Además, desde el 1 de noviembre, se exigirá pase de movilidad propio para los mayores de 12 años y habrá restricciones en transporte público interurbano como buses y aviones.

Se mantendrán las exigencias de uso de mascarilla y distancia física entre personas, y continuará y se reforzará el llamado a la ciudadanía de mantener las medidas de autocuidado como el lavado de manos, la ventilación de espacios y la responsabilidad individual de testearnos y aislarnos oportunamente ante la presencia de síntomas o sospecha de contagio.

Para consultas y mayor información se puede escribir a onar@minsegpres.gob.cl

Fuente: Oficina Nacional de Asuntos Religiosos – ONAR
CECh, 28-09-2021

Declaración de los obispos ante la violencia contra los inmigrantes en Iquique

Este 27 de septiembre el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile ha dado a conocer una declaración expresando el dolor y rechazo a los actos de violencia cometidos contra hermanos inmigrantes en la ciudad de Iquique, ocurridos en los últimos días.

 

Al inicio del mensaje se expresa: “Como obispos de la Iglesia Católica en Chile, nos unimos al dolor y al rechazo que han ocasionado los actos de violencia cometidos contra hermanos inmigrantes en la ciudad de Iquique, ocurridos en los últimos días. Observar la agresión a personas en situación de vulnerabilidad, incluidos niños y adolescentes, junto a la destrucción de sus pocas pertenencias, mientras se gritaba “vivas” a Chile, nos llena de vergüenza y de estupor. No es ese el Chile al que todos aspiramos”.

Luego se señala comprender que la llegada de numerosos migrantes a determinadas localidades puede hacer difícil la convivencia de estos hermanos con la comunidad local, pero, por lo mismo, “se requiere una acción coordinada de las autoridades locales y nacionales para hacer frente a una situación que no se puede dejar a la deriva. No puede haber indolencia o negligencia de parte del Estado, pues ello solo agrava el problema”, agregando que no contribuyen las actitudes xenófobas y violentas, pues dañan la dignidad humana. “Todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación” (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 62).

“No podemos olvidar que detrás de la migración hay situaciones de pobreza, de violencia y de crisis de las que se huye. Por eso la migración, junto con ser un hecho doloroso, es también un derecho humano, porque las personas tienen derecho a buscar una vida mejor y a huir de la desesperación” recuerdan los obispos, añadiendo que fue lo vivido por muchos chilenos en otra época, “cuando fueron acogidos y encontraron un espacio de desarrollo en otros países de nuestro continente. Si la dignidad de la persona humana no queda a salvo y, por el contrario, consideramos a algunos menos valiosos o descartables, no hay futuro ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad”.

“Llamamos a las autoridades a asumir la problemática migratoria, ofreciendo espacios de acogida en condiciones dignas, que permitan no cargar a las comunidades locales con situaciones urbanas indeseadas. También pedimos facilitar los procesos de regularización de acuerdo con la ley y coordinar acciones internacionales a nivel regional que permitan enfrentar el problema en común. Todos estamos de acuerdo en que la migración debe ser regulada, pero regular no es lo mismo que prohibir o hacerla imposible inflexiblemente. La migración no debe ser vista solo como una amenaza, sino como una oportunidad para construir un futuro de paz”, es la solicitud de los representantes del episcopado chileno.

Finalmente el Comité Permanente invita a los católicos a “no asumir ni promover actitudes hostiles al inmigrante. Una mentalidad xenófoba y replegada sobre sí misma, sea por la consideración que sea, no puede prevalecer por encima de las más hondas convicciones de fe, que nos hacen sostener el valor de cada persona humana y la ley suprema del amor fraterno” recordando que ayer, el Papa Francisco celebró la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, llamando a no cerrar la puerta a la esperanza de los migrantes, invitándonos a “caminar juntos, sin prejuicios, sin miedos, poniéndonos al lado de los más vulnerables: migrantes, refugiados, víctimas de la trata, descartados… estamos llamados a construir un mundo cada vez más inclusivo, que no excluya a nadie”.

– Leer y descargar el texto completo de la declaración (pdf)

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 27-09-2021

Solidaridad, amistad cívica y acogida al migrante

Este 17 de agosto, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile ha dado a conocer un mensaje en vísperas del «Día de la Solidaridad».

 

El texto comienza recordando que el 18 de agosto es el Día Nacional de la Solidaridad, en homenaje a san Alberto Hurtado, agregando que: “A nombre de los Obispos de Chile, queremos agradecer a todos quienes cada día sirven a sus hermanos en múltiples iniciativas y organizaciones solidarias. De modo especial, a todos quienes en medio de la pandemia han dado muestras de una solicitud constante por aquellos hermanos más frágiles y desvalidos, particularmente en el ámbito de la salud. Cómo no recordar a médicos, enfermeras, TENS y tantas otras personas que han servido incluso hasta dar su vida por ser fieles a su vocación de servicio”.

Posteriormente se cita la Encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco, destacando que la solidaridad es mucho más que algunos actos de generosidad esporádicos, pues “es pensar y actuar en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos. También es luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda, la negación de los derechos sociales y laborales” (N° 116).

“Vemos como un signo de esperanza que en nuestro país se esté desarrollando un diálogo institucional que busca un modo de organizarnos y de convivir que atienda de mejor forma a la dignidad de las personas y a los anhelos de mayor justicia social” señalan los representantes del episcopado nacional, agregando que para que este proceso dé buenos frutos, es “indispensable cultivar una auténtica amistad cívica, que permita un diálogo en respeto mutuo y escucha verdadera. La intolerancia y la descalificación no son el camino, sino generar una cultura del encuentro que integra las diferencias y permite la gestación de un pacto social” .

Más adelante, el Comité Permanente de la CECh expresa que la solidaridad también nos abre al dolor de los otros más allá de nuestras fronteras, manifestando su preocupación por la actual situación que se vive en Afganistán y Haití. Respecto de lo vivido en la isla del caribe se añade que en el marco de una fraternidad universal y las normas vigentes: “Creemos que un modo concreto de solidarizar con Haití, afectado por un nuevo terremoto y una crisis social permanente, es facilitar la regularización de la situación migratoria de miles de haitianos residentes en nuestra patria, abriéndoles la posibilidad de traer a sus hijos y familiares cercanos”.

Finalmente, confiados en el Evangelio, se valora en especial el ejemplo del Padre Hurtado como fuente de inspiración que sostiene en la Iglesia innumerables expresiones de solidaridad. “Animamos a las Parroquias y comunidades cristianas a renovarse constantemente en el servicio al prójimo, como lo han mostrado tantas de ellas en esta pandemia. A los sacerdotes, consagrados y consagradas, a amar profundamente su vocación como un camino de servicio y de entrega humilde a los demás. A los laicos, a expresar de múltiples maneras su compromiso solidario y corresponsable en la edificación de la Iglesia y de la sociedad. A las familias y a las comunidades educativas, a presentar cada día el camino del amor al prójimo como un valor esencial a integrar en el proyecto personal, porque sólo así se recorren sendas de plenitud. “El cristianismo más que una doctrina es una vida, una actitud total del hombre… El cristianismo o es una vida entera de donación… o es una ridícula parodia que mueve a risa y a desprecio” (San Alberto Hurtado)”.

Pidiendo que la Virgen María acompañe a vivir esta invitación a la solidaridad, que el Señor hace en el día de San Alberto Hurtado, concluye el mensaje firmado por el cardenal Arzobispo de Santiago, Celestino Aós Braco, presidente de la CECh; el Arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí Garib, vicepresidente; el Obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González Errázuriz; el Obispo de Copiapó, Ricardo Morales Galindo; y el Obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce Arriagada, Secretario General.

Fuente: Comunicaciones CECh
CECh, 17-08-2021

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